jueves, 2 de marzo de 2017

El Bullying o Acoso Escolar

Desde la página elbullying.com intentan dar respuesta a las múltiples cuestiones que pueden realizarse los afectados por el acoso escolar. En esta página se incluyen artículos que pueden ser de utilidad tanto a las familias de los niños, los profesores y centros escolares, como a las propias víctimas, dado que consideran que este es un problema que nos afecta a todos. A continuación se presentan algunos signos de alerta que indican que hay bullying.

Algunos de los signos de alerta más importantes son los siguientes:
1.Son objeto de burlas y bromas en la escuela. Les llaman por motes ofensivos, reciben insultos… Los educadores deben estar atentos para distinguir si estas situaciones son bromas inofensivas entre los estudiantes que el niño acepta de buen grado o si, por el contrario, el niño no participa y sufre por ellas.
2.El niño suele estar involucrado en peleas en las que suele encontrarse indefenso y perder. Hay que saber distinguir entre un niño conflictivo que se mete en discusiones y otro que realmente no las está buscando sino sufriendo agresiones continuas.
3.Tienen poca actividad social: Suelen ser los últimos en ser elegidos para los juegos y deportes, se quedan solos en los recreos, intentan colocarse cerca de los profesores en el patio, nunca les invitan a casa de otros niños o a fiestas de cumpleaños…
4.Presentan dificultades para hablar en clase y parecen siempre inseguros y ansiosos.
Su humor suele ser triste y suelen parecer contrariados o preocupados. En ocasiones, pueden mostrar una gran irritabilidad.
5. Presentan dificultades para mantener la atención y la concentración, por lo que su rendimiento escolar va resintiéndose gradualmente.
6. Suelen “perder” objetos o dinero (que normalmente le entregan al acosador bajo coacción), llegan a casa con la ropa o el material escolar roto o estropeado…
7. Se niegan a ir al colegio, piden que se les acompañe o van por caminos ilógicos (pueden dar grandes rodeos para no encontrarse con sus acosadores). También se niegan a salir solos a la calle, llegando a abandonar actividades que antes le gustaban.
8. Presentan trastornos psicosomáticos y trastornos del sueño como insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, enuresis (mojar la cama)… Los trastornos psicosomáticos (dolor de cabeza o de tripa) suelen agudizarse los domingos, ya que el niño empieza a pensar que al día siguiente tendrá que encontrarse de nuevo con sus acosadores y se angustia.
9. Tienen marcas de golpes o arañazos que no saben explicar.

http://www.elbullying.com/

1 comentario:

  1. Creo que es importante informar sobre el bullying y sobre las características de los niños que lo sufren para poder identificarlo y ayudar al niño en cuestión. Sin embargo, creo que no terminamos de enfocar bien el tema. Siempre que se habla de bullying se habla sobre qué es el acoso escolar, qué tipos hay, dónde se da, cómo se da, cómo lo sufren las víctimas... Pero pienso que muchas veces solo "parcheamos" el problema.

    Para arreglar un problema hay que arrancarlo de raíz, es decir, trabajemos con los acosadores, con sus familias. Creo que un buen maestro debe estar atento en clase a los tipos de alumnos que tiene, identificar carencias y posibles problemas, tanto de cada niño como los que puedan tener en sus casa y/o con sus familias, que en numerosas ocasiones suele ser el centro, el origen de que el acoso escolar tenga lugar.

    Creo que es fundamental e imprescindible identificar a niños que sean acosadores o que tengan suficientes factores de riesgo como para serlo, y trabajar con ellos cuanto antes. Hablar con sus familias, conocer la situación familiar del niño, y sobre todo, trabajar en valores, todo el tiempo, valores e inteligencia emocional, para que el niño tenga suficientes herramientas para gestionar sus emociones, que aprenda que hay otras salidas aparte de la agresividad, y que esta nunca es buena. Si enseñamos inteligencia emocional desde que son pequeños, podríamos ahorrarnos muchísimos casos de acoso. Por ello creo que debe tratarse este tema no sólo en educación infantil, sino también en primaria, y además, con las familias. Si conseguimos transmitir a los padres la importancia de esto, tendremos mucho trabajo hecho.

    El bullying no es cosa de niños, ni de maestros, ni de padres. El bullying es cosa de todos, y si cada uno pone su granito de arena, puede que en un futuro este problema deje de serlo.


    Rebeca Sousa Oliva

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